Creí que creaba
caricaturas embarradas
que al final (triste inocencia)
resultaron ser retratos
de tantas miserias sabidas
y no reconocidas
Creí que mis manos eran de artesano
sin saber de antemano
que el mano a mano
es solamente
un dicho popular
gastado de tanto usar
Creí que caminaba sobre los muertos
hasta que un mordisco en el tobillo
me demostró
que los muertos están vivos
y los vivos mueren vivos
viviendo como muertos
Creí que podría contaros el porque
sin saber (triste inocencia otra vez)
que los oídos podridos
no escuchan ladridos
de perros "perdidos"
alaridos sin sentido.
miércoles, 20 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario